divendres, 17 de juliol del 2009

LETRILLA SATÍRICA

















En este país... ¿Qué quiere Vd. que le diga? Financiación en B, sobresueldos, comisiones, destrucción de pruebas... ¡Oiga! ¡Lo ha dicho un juez! Empresarios, banqueros y políticos desvergonzados, impunes unos, pocos en la cárcel, otros dando conferencias, nadie devuelve un duro ¡Lo ponen los ciudadanos! Los íntegros que denuncian son desterrados y estos gandules agasajados, pero... ¡Oiga! ¡Siguen ganando elecciones! ¿Cómo votan la indecencia? Este país... oiga, ¿Qué quiere Vd. que le diga?


¿Qué pretende el desdichado?
ese genio de discurso ajado,
más necio y gárrulo de verborrea
que fino y educado en su tarea.

¿Tarea? Confunde máquina con maquinación,
el perillán no pierde esta afición
llevado por la ambición,
fama, poder y ostentación.

Sí, Larra, sí. Cualquiera en este país,
D. Medrar en un plis,
D. Ilustre nepotismo,
D. Ególatra del populismo,
D. Arrogante licenciado,
Sir Ñoño despotricado
arrastrado al gran magnate
del dinero y de los medios...
¡Aparece reputado! ¡Y diputado! ¡Para más tedio!
En fin, Mariano José, vamos al remate:
¡Autoridad será! Sin remedio.


Muchos son los engreídos,
tan soberbios, tan bambolla, trajeados, tan henchidos
que, prestando oído a veras razones,
montan en cólera por tales alusiones,
¿No será que más que listillos
son una banda de bandidos?

Cuando suben a sus antros a recoger la misiva,
el correo siembra el viento,
y su tempestad, en movimiento,
bajando de la gruta con pingüe emolumento,
arrambla el bien común por su intención furtiva.

¡Rediez! Con el genio de la ordinariez,
¡Canastos! ¡El adalid de los trastos!
¡El que comercia con la honradez!
¡Vaya! ¡Es capitoste de los faustos!

El cacique de la cueva viene orondo
para afilar desvergüenzas,
y mientras vocea el rico hediondo,
los sinvergüenzas planean sus fiestas
fichando políticos con mal fondo...
¡Córcholis! Estos granujas del trocar
¡Hoy al pueblo quieren representar!

"Poderoso caballero es don dinero",
mas, si el rico es el ladrón,
a Quevedo le faltó razón
por no decir primero
"poderoso y oprobioso", pero…

"Ande yo caliente y ríase la gente",
Góngora lo sabe bien
y yo lo confirmo también:
Mande el bellaco o la belitre ingente,
se arrastren sus lacayos incondicionalmente,
me acusen de matón arriscadamente,
me arreste el leguleyo confabuladamente …
A mí vengan razones para dejar en cueros,
patrón , presidente o vividor procaz,
aunque tenga que ser mordaz
ruando y declamando boleros. ¡Por uebos!


¡Sí! ¡Y ríase la gente!