divendres, 29 de febrer del 2008

MENSAJE DE SAN FRANCISCO


Hermanos, mirad como esta el mundo, creed que esta al borde de su desaparición, la naturaleza hace años que agoniza, las criaturas desaparecen poco a poco, los árboles, el mar, vuestro cielo y las montañas, todo es masacrado.
Habéis creado un culto maligno y vosotros mismos, llevados por él, caeréis en los abismos de la oscuridad.
Habéis desvirtuado el centro de vuestra existencia, lo habéis arrancado de raíz, habéis sustituido a Dios por el dinero, y por él llega la codicia, el orgullo, la envidia, el afán de poder, la malicia, la venganza y todas las virtudes del demonio que ahora preside el mundo.

Si, hermanos, el demonio existe, lo estáis sintiendo y no os dais cuenta, el demonio lo crea el hombre, no Dios, Dios os creó y os hizo libres, por eso le habéis entregado un enemigo, almas de su propia existencia reveladas contra Él.
Lágrimas de sangre, valles de dolor, miseria, llanto y desesperación, ¿por qué, hermanos, por qué? Abrid vuestros corazones y decidme si esta justificado.
Abrid vuestros corazones porque el corazón es la puerta de vuestro espíritu, buscad la llave que lo abre, aún estáis a tiempo; en el espíritu esta la paz y el amor, si lográis descubrirlo entenderéis vuestra misión en la vida; entenderéis que la paz y el amor están grabadas en fuego dentro de vuestro corazón; entenderéis que vuestro prójimo también tiene corazón y le ayudaréis a encontrarlo; entenderéis que los pájaros, con su cantar, están dando gracias a Dios, los árboles, las flores, toda la naturaleza está dando gracias a Dios; seréis sencillos y apreciaréis las cosas pequeñas, porque en las cosas pequeñas está la grandeza, en la humildad y en la sencillez están los valores de la vida, volved a poner en el centro de vuestras vidas a Dios y descansaréis en vuestro espíritu.

En vuestro paso por la vida, debéis realizar una misión, la misión que todos y cada uno de vosotros prometió realizar delante de Dios poco antes de nacer en vuestro mundo, fijaros si os ha hecho Dios libres que no podéis acordaros de todo esto, sólo aquellos que tengan en el centro de su vida a Dios, aquellos en que su espíritu sea guía de su materia, sabrán verdaderamente la misión que deben cumplir, llegarán a la muerte, meta de su misión, sonrientes, satisfechos y dando gracias a Dios sabedores de que les espera la recompensa.
Así pues, hermanos, estimad la vida, dad gracias a Dios todos los días por todo lo que os rodea, cuidad la naturaleza, mimarla, porque Dios os la dejó en vuestras manos como regalo para labrar vuestro espíritu, la naturaleza os invita a vivir, no os rebeléis contra ella porque ella forma parte de vosotros.

En estos momentos de dolor, os pido a todos, a todas las almas de buena voluntad de este mundo, que oréis y le pidáis a vuestro Padre por la justicia y la paz, Él os está esperando y está sufriendo, por favor, con todo vuestro corazón, orad y pedid, no os durmáis, vuestro Padre os quiere con todo el amor de la eternidad y vosotros le dais la espalda. No, hermanos, despertad y pedid, que se os escuchará con toda seguridad y se os realizará todo lo que sea justo.

Que Dios bendiga vuestro mundo.

Padre, Hijo y Espíritu Santo. Padre, Hijo y Espíritu Santo. Padre, Hijo y Espíritu Santo. AMÉN.

03-07-1989