dilluns, 24 de maig del 2010

EL MISSATGE QUE VE... amb el llit fet (sàtira)


"Cal provocar el descontent, cal agitar els esperits, cal suscitar qüestions, preguntes, dubtes... ¡El poble ha de despertar de l'ensopiment!". Unamuno.


¡Españoles! Una especie de banda facciosa, una bandería de confusionistas públicos (que nada tiene que ver con Confucio y su “humana solidaridad”), ha convertido la democracia en despotismo. Sujetos arribistas que trampean su suerte, frenéticamente enconados contra quienes son capaces de demostrar honestidad, honradez, diligencia y valía intelectual, están sembrando el rencor en la sociedad.






Estos genios de la ordinariez inspirados en ambientes fariseos que no vacilan en calumniar, en faltar deliberadamente a la verdad con su exiguo vocabulario apestado de insuperable diatriba, contra quienes son fieles a sus principios ante el soborno y el pillaje político… estas pandillas insufladas con humos de vahídos discursos declamados indolentemente… estos inanes, vomitadores de rugidos democráticos propios de una inefable penuria intelectual… estas bandas sañudas últimamente en boga, triunfan en política porque... ¡Todo tiene un precio! Es el axioma particular de sospechosos caciques capitalistas, patrocinadores de “granujas públicos” que, con sagaz gandulería, sirven sus intereses en nombre de los bien aquilatados bolsillos del capital privado.

Agasajados con trajes, corbatas y “correas” de diseño, allá va la facción entera convertida en Tribunal de políticos bajo el amparo de una ley que utiliza dos pesos desiguales: uno para ellos y otro para los demás, iniciando campañas de difamación, vertiendo cúmulos de feroces acusaciones vagas sin desperdiciar un solo resorte de mentira y envilecimiento desde habituales lugares de trabajo que nadie conoce (quizás despachos de empresarios), y desde medios de comunicación dirigidos por presuntos profesionales que patrocinan provechosos escándalos y cultivan las peores pasiones envenenando la conciencia ciudadana, todo ello cargado en las cuentas de sus “patricios”, los heraldos del capital.

Prosaicos tiempos nos ha tocado vivir con semejantes paladines políticos que han troceado la gloriosa unidad de nuestro destino. ¡Conozca el averno esta belitre cuadrilla de recalcitrante doctrina, engominados moños y fachenda facha que parecen salidos de una época chabacana!

¡Vaya clima moral nos dejan estos títeres del capitalismo!
¡Ciudadanos, ved quién os habla y actuad en consecuencia!
¡Arriba España!

Fdo. "Pepetono", traginer de ribera.