Los hijos de la Pachamama son perseguidos,
quisieran ahogar sus voces,
quisieran silenciar sus razones,
quisieran someter sus conciencias,
Violados, encarcelados, torturados, asesinados,
llora la Madre Tierra,
sus lágrimas son lava incandescente
avanzando hacia un amargo destino
que Occidente ve pasar…
sin entender, sin atender.
Conciencias del compromiso, de la armonía,
¡Despertad! Por amor y libertad,
¡Voces! Clamor por la verdad y la justicia,
¡Luchad! Con el espíritu,
porque no habrá salvación del ser humano
devastando la naturaleza, subyugando pueblos.
Quiero llorar y lloro
ante esta atrocidad sin cuartel,
quiero padecer y padezco
bajo esta ley impía del progreso tecnocrático.
Porque soy el campesino y la tribu,
soy el árbol, la montaña y el mar,
soy el ave, el pez y el animal,
¡que no necesito desarrollarme!
ni tampoco manipular, ni instrumentalizar nada.
Este es mi Universo entre millones de universos,
es esta mi Vida entre millones de vidas,
pues no soy individuo, sino persona,
soy comunidad, soy relación, soy Uno.
Yo no tengo un cuerpo, soy cuerpo,
ni tengo un espíritu, soy espíritu,
ni tengo un alma, soy alma,
ni tengo libertad, soy libertad,
ni tengo sentimientos, soy sentimiento,
ni tengo amor, soy amor,
ni tengo un patrimonio natural, soy naturaleza,
ni vivo en un pueblo, soy pueblo…
y sin embargo, soberano de todas esta cosas,
me saltan las lágrimas cada vez que pienso en el mundo,
porque yo también soy mundo, también soy indígena.
Por eso padezco, por eso lloro,
porque pido justicia a la Pachamama…
y va llegando, va llegando.
Por eso padezco, por eso lloro.